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Refresca a tus vacas desde adentro

2 cows staring at camera

¿Cuál es el componente más esencial y menos costoso de la dieta de una vaca lechera? Si has pensado en el agua, ¡has acertado! La ingesta de agua es un aspecto que a menudo se pasa por alto en la producción de leche y el bienestar de las vacas, pero es esencial para ambos.

El estrés por calor exige una mayor ingesta de agua

Es bien sabido que el estrés por calor reduce la ingesta de pienso, la eficiencia alimentaria y la producción de leche (Wheelock et al., 2010). Durante los períodos de estrés por calor, las vacas lecheras deben ingerir un 30 % más de agua, ya que utilizan un sistema interno basado en el agua para mantenerse frescas. Y para que este sistema funcione a pleno rendimiento, es esencial que estén correctamente hidratadas. Sin embargo, esto no es posible si la ingesta de agua se ve alterada por la falta de acceso a esta, un bajo caudal o la mala calidad del agua.

Cuando se trata del agua y la disipación del calor, hay que tener en cuenta las tres «E»:

  • Exhalación (pulmones)
  • Evaporación (piel)
  • Excreción (orina)

En un estudio clásico (McDowell et al., 1969), se observó que las vacas en lactación temprana sometidas a estrés por calor (32 °C/90 °F, THI = 75) presentaban un aumento de la temperatura rectal y una reducción de la ingesta de pienso y de la producción de agua en heces, lo que se traducía en un aumento del 28 % de la ingesta de agua y un incremento del 50-60 % en la evaporación cutánea y respiratoria. Pero lo peor de todo es que el uso eficiente de la energía digerida destinada a la producción de leche disminuyó un 30 %.

Actualmente, las vacas lecheras deben hacer frente a una mayor carga térmica metabólica, lo que subraya la importancia del consumo óptimo de agua, especialmente para mitigar el estrés por calor. El estrés por calor no solo aumenta la cantidad de agua consumida (+30 %; NASEM, 2022), sino también la duración y la frecuencia de la ingesta (NASEM, 2021; Tsai et al., 2020). Así, por ejemplo, una vaca que produzca 45,3 kg (100 libras) de leche consumirá aproximadamente 110 litros (29 galones) de agua/día en condiciones de termoneutralidad, una cantidad que aumentará a aproximadamente 36 litros (136 galones) cuando la temperatura media diaria alcance los 27 °C (80 °F). Los estudios han demostrado que las vacas solo dedican entre 20 y 30 minutos al día a beber agua, principalmente pasados entre 30 y 90 minutos después del ordeño y de comer (Burkhardt et al., 2022). Los corrales no solo deben disponer de suficiente espacio lineal, sino también de múltiples bocas de agua distribuidas por todo el corral para permitir el acceso a ellas durante las horas de mayor consumo.

Otros aspectos que influyen en la ingesta de agua

Una mayor densidad de población agrava el estrés causado por el calor. En un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Kansas (Smith et al., 2002), se observó que un aumento de la densidad de población del 100 % al 130 % redujo el espacio de agua disponible de 9 cm (3,6 pulgadas) por vaca a 7 cm (2,8 pulgadas) en establos de cuatro filas y de 6 cm (2,25 pulgadas) por vaca a 4 cm (1,7 pulgadas) en establos de seis filas. Según los expertos, se considera adecuado proporcionar 9 cm (3,5 pulgadas) de espacio lineal de agua por vaca. Sin embargo, las evaluaciones sobre el confort en las granjas lecheras han revelado que este objetivo no se cumple en muchas de ellas (véase la Tabla 1. Datos internos del programa NOVUS C.O.W.S.®). En la tabla, las áreas con menor espacio de agua suelen coincidir con las regiones de mayor densidad de población en los corrales. Algunas granjas incluso superan el 150 % de densidad de población en corrales de 3 filas. Aunque muchas de estas instalaciones se construyeron siguiendo las recomendaciones establecidas, el aumento del número de vacas por corral ha reducido la disponibilidad de espacio. En contraste, en el norte de México, todas las granjas lecheras estaban formadas por lotes abiertos en un ambiente desértico cálido y seco, lo que proporcionaba una mayor disponibilidad de espacio de agua, con más de 13 cm (5 pulgadas) lineales por vaca.

Tabla 1. Espacio para el agua disponible en las granjas comerciales de Norteamérica (Programa NOVUS C.O.W.S.®, 2024)

water space available chart

El comportamiento de las vacas es otro motivo para no descuidar su acceso al agua. Cuando se reduce el espacio por vaca, aumentan los comportamientos agresivos de las vacas dominantes, incluyendo también alrededor de las fuentes de agua. Esto afecta principalmente a las vacas de primera lactación y a las subordinadas. Además, las vacas dominantes parecen preferir el acceso al agua en el callejón de retorno, por lo que es importante tener este aspecto en cuenta al añadir nuevas fuentes de agua (Foto 1).

Un estudio realizado en 133 granjas lecheras comerciales (Ensley, 2000) reveló que el rendimiento lechero medio del rebaño (RHA) se relacionaba positivamente con el espacio lineal de agua, el uso de cuencos o fuentes de agua, además de los bebederos, y la limpieza regular de los dispositivos de suministro de agua. Otro estudio (Sova et al., 2013) llevado a cabo con 22 rebaños canadienses de estabulación libre determinó que cada pulgada adicional de espacio lineal de agua se asociaba a un aumento de 0,9 kg (2 libras) al día de la producción de leche. Por último, en un estudio en el que se analizó a 204 rebaños noruegos de estabulación libre (Naess et al., 2011) se determinó que las vacas de primera lactación aumentaban su producción de leche cuando disponían de abrevaderos con un acceso más fácil. Estos resultados hacen hincapié en la importancia de contar con un amplio acceso al agua, que además sea fácil y limpio.

Acceso adicional al agua añadido en el callejón de retorno (tubería de PVC)

Additional Water Space Added in Return Alley

La configuración de los bebederos también es importante. Las vacas muestran una preferencia por las fuentes de agua que se encuentran a mayor altura (61 cm/24 pulgadas en lugar de 30 cm/12 pulgadas) y de mayor superficie (0,34 m³/12 pies³ en lugar de 0,08 m³/3 pies³) (Teixeira et al., 2006). Para garantizar un suministro adecuado durante las horas de mayor consumo, es crucial mantener la profundidad del agua y la velocidad de llenado sin generar sonidos de sorbo. Si se utilizan raíles para evitar que el ganado pise los abrevaderos (como se muestra en la Foto 2), se debe dejar al menos 53 cm (21 pulgadas) de espacio libre para que las vacas puedan beber cómodamente (Smith et al., 2002). Asimismo, si se observa que las vacas se introducen en los bebederos, se puede optar por estrategias adicionales para reducir el calor en el corral, como la instalación de ventiladores o pulverizadores de agua en la línea de alimentación, en lugar de instalar un raíl. Es probable que las vacas nos estén diciendo que tienen calor. Según la configuración de la instalación de fontanería, el suministro de agua puede regularse mediante contadores de agua que aíslan los corrales o establos.

Es crucial que las barreras no restrinjan el acceso al agua y dejen un espacio libre mínimo de 53 cm (21 pulgadas).

cows drinking

Además, realizar análisis periódicos del agua es fundamental para detectar cambios significativos en su calidad. Se ha observado que niveles elevados de nitratos en el agua afectan negativamente tanto al intervalo entre partos como a la producción de leche del rebaño (RHA) (Ensley, 2000). Por otra parte, los altos niveles de sulfato y cloruro pueden ser motivo de preocupación en vacas lactantes (Beede, 2012), por lo que es necesario observarlos. Unos niveles elevados de sulfato en el agua pueden afectar la absorción de oligoelementos por parte del ganado (Vasquez-Anon et al., 2007). Además, los niveles altos de hierro y manganeso pueden conferir al agua un sabor desagradable para las vacas lecheras (Beede, 2012).

La limpieza periódica y la creación de espacios de sombra pueden mantener a raya la proliferación de algas y reducir la contaminación con heces del agua. Se ha observado que las vacas rechazan las fuentes de agua incluso cuando los niveles de contaminación por heces son bajos (0,05 mg/g de agua) (Schütz et al., 2019). Algunas especies de algas verde azuladas pueden producir toxinas, mientras que otras simplemente hacen que el agua sea menos apetecible para el ganado, lo que disminuye su ingesta.

Por lo tanto, asegurar el acceso sin restricciones a agua limpia es esencial para la nutrición, salud y rendimiento del ganado lechero, especialmente durante situaciones de estrés por calor. La ubicación y el diseño de los abrevaderos deben tener en cuenta el número de vacas, la densidad de población, el nivel de producción y los comportamientos naturales de estos animales para fomentar una ingesta óptima de agua. Tampoco debemos olvidar proporcionar suficiente agua limpia a los terneros, novillas y vacas secas.

Si deseas obtener más información sobre la importancia de la ingesta de agua para garantizar el confort de las vacas, ponte en contacto con un representante del programa C.O.W.S.® de NOVUS hoy mismo.

Bibliografía

Beede, D.K., 2012. What can we do about water quality? Proc. Tri-State Dairy Nutrition Conf. p. 17-22. www.tristatedairy.org

Burkhardt, F.K., J.J. Hayer, C. Heinemann, and J. Steinhoff-Wagner. 2022. Drinking behavior of dairy cows under commercial farm conditions differs depending on water trough design and cleanliness. Applied Anim. Behavior Sci. 256. Article 105752.

Ensley, S.M., 2000. Relationships of drinking water quality to production and reproduction in dairy herds. Ph.D. Dissertation, Toxicology. Iowa State University.

McDowell RE, Moody EG, Van Soest PJ, Lehmann RP, Ford GL. 1969. Effect of heat stress on energy and water utilization of lactating cows. J Dairy Sci.;52188-94

Clem Nash
Dra. Clémence Nash

Gracias a sus profundos conocimientos sobre bienestar animal y producción de vacuno de leche, la Dra. Nash ayuda en la actualidad a que NOVUS conecte su servicio de asesoramiento en este ámbito (el Programa C.O.W.S.®) con sus operaciones comerciales. Para ello, desarrolla estrategias para ofrecer un servicio de valor añadido que dé soporte a los clientes de vacuno de leche en Norteamérica.