El papel a menudo olvidado de los minerales en la fertilidad del vacuno de leche
El bajo rendimiento reproductivo es uno de los tres principales retos a los que deben hacer frente las granjas lecheras (Denis-Robichaud et al., 2018). El vacuno de leche de alta producción suele experimentar una disminución en su fertilidad a consecuencia de diversos factores como, por ejemplo, la selección genética, el manejo en la granja, el estado de salud y la alimentación. A pesar de los avances en la selección genética para mejorar la fertilidad y el creciente número de estudios sobre el manejo posparto de las vacas, sigue habiendo varios factores que afectan negativamente a la fertilidad de las vacas lecheras. Estos factores incluyen, entre otros, retrasos en la reanudación del ciclo normal y la salud uterina después del parto, así como una menor expresión del estro y una disminución de la supervivencia de los embriones (Crowe et al., 2018).
La alimentación, y más concretamente la ingesta de oligoelementos, influye en todos estos factores, lo que mejora el rendimiento reproductivo. El hecho de comprender el papel que desempeñan tres oligoelementos clave como son el manganeso, el zinc y el cobre en el mantenimiento de la fertilidad del vacuno de leche subraya la importancia de garantizar que las vacas reciban unos niveles adecuados de estos minerales.
El manganeso es esencial para la síntesis de esteroides, incluidas hormonas reproductivas clave como la progesterona, los estrógenos y la testosterona (Keen y Zidenburg-Cherr, 1990). Unos niveles inadecuados de manganeso pueden afectar a la circulación de estas hormonas esenciales y dar lugar a un anestro o un estro irregular y disminuir las tasas de concepción (Bhalakiya et al., 2019). El manganeso también interviene en el inicio de la secreción de estradiol por parte del embrión como señal de confirmación del embarazo (Hostetler et al., 2003). Una cantidad adecuada de manganeso contribuye a mantener unos niveles de hormonas óptimos para reanudar el ciclo normal tras el parto, con el consiguiente aumento de la fertilidad.
El zinc es esencial para mantener y reparar el epitelio uterino e interviene en el reconocimiento del folículo ovárico y el crecimiento fetal. Además, se necesita una cantidad adecuada de zinc para que el ovocito (un óvulo inmaduro) madure y se convierta en un óvulo listo para la fecundación mejorando así la calidad del óvulo (Garner et al., 2021). Una vez fecundado el óvulo, el zinc contribuye al desarrollo adecuado del embrión al mantener la división simétrica y favorecer la correcta proliferación y diferenciación celular (Garner et al., 2021). Se espera que esto influya de forma positiva en la calidad y supervivencia de los embriones, lo que se traducirá en un mayor número de vacas preñadas.
Las carencias de cobre se han asociado al retraso del inicio de la pubertad, tasas bajas de concepción y la necesidad de repetir la monta. Esto subraya la importancia de complementar la alimentación de las vacas con una cantidad adecuada de cobre. También se ha demostrado que el cobre no solo contribuye a la fertilidad de las vacas, sino que también puede beneficiar al feto en desarrollo. El feto almacena un nivel significativamente mayor de cobre por unidad de masa corporal que una vaca adulta (Michaluk and Kochman, 2007). Dado que el feto depende en gran medida del suministro de cobre de la madre durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, este desempeña un papel fundamental en el desarrollo fetal (Michaluk and Kochman, 2007).
En las investigaciones en las que se ha suministrado manganeso, zinc y cobre en forma de MINTREX® Oligoelementos bis-quelados se ha observado una mejora en las tasas de concepción (Zanton et al., 2011, Bach et al., 2016). Estas mejoras respaldan la importancia del manganeso, el zinc y el cobre en la fertilidad del ganado vacuno lactante. La suplementación con MINTREX® Oligoelementos bis-quelados mejora la biodisponibilidad de los minerales, lo que facilita su absorción y los hace más disponibles para fines productivos en las vacas, lo que, entre otras cosas, favorece la fertilidad.
Bibliografía
Bach, A., A. Pinto, and M. Blanch. 2015. Association between chelated trace mineral supplementation and milk yield, reproductive performance, and lameness in dairy cattle. Liv. Sci. 182:69-75. Doi:10.1016/j/livsci.2015.10.023.
Bhalakiya, N., N. Haque, P. Patel, and P. Joshi. 2019. Role of trace minerals in animal production and reproduction. Int. J. Livest. Res. 9: 1-12. Doi: 10.5455/ijlr.20190222105609.
Crowe, M. A., M. Hostens, and G. Opsomer. 2018. Reproductive management in dairy cows- the future. Ir. Vet. J. 71: 1-13. Doi: 10.1186/s13620-017-0112-y.
Denis-Robichaud, J., R. L. A. Cerri, A. Jones-Bitton, and S. J. LeBlanc. 2018. Dairy producers’ attitudes toward reproductive management and performance on Canadian dairy farms. K. Dairy Sci. 101: 850-860. Doi: 10.3168/jds.2016-12416.
Garner, T. B., J. M. Hester, A. Carothers, and F. J. Diaz. 2021. Role of zinc in female reproduction. Biol. Reprod. 104: 976-994. Doi: 10.1093/biolre/ioab023
Hostetler, C. E., R. L. Kincaid, and M. A. Mirando. 2003. The role of essential trace elements in embryonic and fetal development in livestock. Vet. J. 166: 125-139. Doi: 10.1016/S1090-0233(02)00310-6
Keen, C. L., and S. Zidenberg-Cheer. 1990. Manganese. Present knowledge in nutrition. 268-279. M. L. Brown (Ed.) International Life Science Institute Nutrition Foundation, Washington D.C.
Michaluk, A., and K. Kochman. 2007. Involvement of copper in female reproduction. Reprod. Biol. 7: 193-205.
Zanton, G. I., D. E. Diaz, M. Vazquez-Anon, and J. E. Nocek. 2011. Form of trace mineral supplementation on complete lactation performance, reproduction, and locomotion in Holstein cows. J. Dairy Sci. 94: 123 (Abstract).